El llamador recorre las calles del pueblo, veloz y sonoro. La gente se afana, pues saben que no espera a nadie. Se ajustan las últimas corbatas, se acomodan guantes y abanicos. Los pasos se apresuran a seguir el tañido del bronce hacia la misa dominical.
jueves, 22 de junio de 2023
Llamador
viernes, 14 de abril de 2023
Almendras tostadas
El dragón se acercó con cuidado al castillo, aunque su cautela no bastara para que el suelo del bosque dejara de retumbar con sus pasos. Olfateó con cuidado las torres más altas, cuyas banderas ondearon bajo el cálido aliento. Acercó un ojo a las ventanas del Gran Salón, donde cortesanos temerosos se aglomeraban tratando, con más o menos disimulo, de dejar a sus compatriotas entre ellos y el reptil.
El árbol en cuyo pie se incrustaba el castillo se sacudió con el viento, dejando caer unas cuantas almendras. Con un par de saltitos el dragón se acercó a los frutos, casi tan grandes como su cabeza, y con una llamarada rostizó unos cuantos. Llevó dos hasta el gran portón del castillo, donde se acomodó en el suelo a comer uno haciendo ruiditos de satisfacción. Después de un momento, empujó la otra almendra con el hocico hacia la puerta. Esperaba que sus nuevos amigos tuvieran hambre.
El árbol en cuyo pie se incrustaba el castillo se sacudió con el viento, dejando caer unas cuantas almendras. Con un par de saltitos el dragón se acercó a los frutos, casi tan grandes como su cabeza, y con una llamarada rostizó unos cuantos. Llevó dos hasta el gran portón del castillo, donde se acomodó en el suelo a comer uno haciendo ruiditos de satisfacción. Después de un momento, empujó la otra almendra con el hocico hacia la puerta. Esperaba que sus nuevos amigos tuvieran hambre.
Teletrabajo
Aunque dijeran
que no se sentía nada al cruzar, él percibía claramente el aire denso y
contaminado, el horizonte desdibujado, el silencio opresor.
Pero bueno, trabajo es trabajo. Alguien tenía que ayudar a
limpiar el siglo XXV.
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