Para 5, 7 o 13 personas.
Píquese finamente cebolla, ajo y
cilantro y sofría en mantequilla. Agregue caldo de yith y sal al gusto.
Adicione con cuidado el shoggoth fresco, cortado en cubos de una pulgada. Bañe
con salsa de soya y jugo de et’spek y remueva hasta que quede bien sellado, sin
dejar que se reseque o pierda jugos. Distribuya el shoggoth uniformemente en
una refractaria, acompañándolo con bulbos de Duluth bien cocidos. Bañe con la
salsa y espolvoree polvo de bizcocho con finas hierbas. Lleve al horno,
previamente precalentado. Vigile que la temperatura del horno no sea demasiado
elevada, porque el shoggoth es muy sensible al fuego y podría arruinarse.
"¡La próxima vez lo cocina usted!" |
Una vez listo, retírese del horno
y deje enfriar a temperatura ambiente. Puede conservarse refrigerado hasta mil
años, congelado hasta 7500. Consúmase frío, en el centro de un Círculo de
Korim trazado con sal alrededor de los comensales, acompañado por vino caliente
de Kadath. De ser necesario, pueden sustituirse los ingredientes por carne de
res, jugo de mandarina y papas, pero pierde su eficacia en la invocación a los
Dioses Antiguos, aunque los comensales sólo notarán la diferencia al lograr
finalizar la cena con vida.